Mi plan alternativo y bioenergético en Lanzarote

Bienvenido a Lanzarote. Es tu momento de parar, de aparcar la aceleración del día a día y de desintoxicar la mente.

De contemplar, respirar,  sentir y energizarte.

Olvídate del reloj, de los mapas y las guías. Sal de las rutas conocidas, y déjate envolver por el paisaje y la energía que recorre la isla de norte a sur. Conecta tus sentidos y activa la percepción consciente.

Algunos lo llaman slow travel, bioturismo, turismo consciente…. yo te invito a descubrir la isla con mi plan alternativo y bioenergético.

Lanzarote es uno de esos lugares donde el silencio te permite apreciar, percibir e interiorizar la inmensidad de la naturaleza en estado puro. Pero no me refiero a un silencio literal, sino a aquel que acentúa los paisajes sonoros. Aquel que te da la posibilidad de disfrutar de ambientes de paz y tranquilidad, de contemplar un escenario privilegiado y reconocer los sonidos individuales del entorno.

Te propongo evadirte,  adoptar un modo “slow”, abrir la mente, y escuchar nítidamente tus ideas y anhelos más profundos. Integrar el silencio y los paisajes sonoros.  Como compañeros de viaje: un buen libro o un cuaderno en el que anotar los pensamientos que divaguen por tu mente en estos momentos de desintoxicación.

Mi plan alternativo: Volcanes y Mar, rincones bioenergéticos que concentran la fuerza de los elementos.

VOLCAN DEL CUERVO (CALDERA DE LOS CUERVOS)

Es un lugar muy especial integrado en el Parque Natural de los Volcanes . Este volcán fue el punto de inicio de las erupciones que tuvieron lugar en Lanzarote durante el siglo XVIII y que cambiaron la fisionomía de la zona de Timanfaya. Las cenizas volcánicas y el interminable manto de malpaís dan un aspecto galáctico a este paisaje.

Un lugar ideal para conectar con tu universo interior desde un entorno que parece de otro planeta.

Contempla, respira, siente y energízate.

LOS CHARCONES

Las piscinas naturales de Los Charcones son uno de los tesoros escondidos de la isla de los volcanes. Se extienden por la franja suroeste de Lanzarote, muy cerca del Faro de Pechiguera, en la zona de  Playa Blanca.

Los caprichos del océano sobre la orografía volcánica han dado lugar a un conjunto de exóticas charcas, de todas las formas y exuberantes colores azules, turquesas y verdosos.

Es un lugar inhóspito y salvaje con un aire algo místico.  Sólo el rugido del mar rompe el imponente silencio que se instala en la zona. Visítalo con precaución, es un lugar muy bello, pero también peligroso. 

Contempla, respira, siente y energízate.

VOLCÁN DE LA CORONA

Desde el pueblo de Ye y atravesando un paisaje salpicado de viñas,  higueras y líquenes, parte una sencilla ruta que te llevará a lo más alto de este monumento natural que se alza imponente en la zona norte de la isla.

Desde su cúspide puedes disfrutar de una impresionante vista panorámica que alcanza las paradisíacas playas de la Isla de la Graciosa y los islotes del Archipiélago Chinijo.

Es un lugar con una orografía caprichosa, de múltiples formas y relieves. Un impactante paisaje multicolor de tonos ocres, rojizos, verdosos y salpicado del blanco impoluto de los pueblos del norte y la inmensidad azul del mar.

Contempla, respira, siente y energízate.

CALETÓN BLANCO

A las faldas del Volcán de la Corona se encuentra esta pequeña cala de arena blanca, rodeada del espectacular manto volcánico del malpaís de la Corona.

Las coladas volcánicos se adentran en el mar formando charcas, de baja profundidad, aguas cristalinas y tonos azul turquesa, cuyas aguas permanecen en calma, en contraste con la bravura del océano Atlántico.

Suele estar bastante concurrida en verano, pero siempre encuentras algún zoquito oculto entre las rocas donde evadirte del mundo y respirar ese ambiente de tranquilidad extrema que contrasta con el oleaje oceánico y el silbido del viento.

Contempla, respira, siente y energízate.

FAMARA, SIEMPRE FAMARA

Famara es una de las estampas paisajísticas más impactantes de la isla.

Es mi playa, mi paraíso terrenal….. y el de muchos otros que se enamoran de este lugar mágico solo con pisarlo 😉 .

No hay mayor placer que disfrutar de una tarde tranquila, de paseos interminables por su larga playa. De momentos de inspiración y relax sentada mirando al mar, y al Risco. No pierdas la ocasión de disfrutar de las vistas de los islotes y la Graciosa, de la sombra que proyectan las imponentes paredes del Risco en la orilla del mar, de la playa al atardecer, de la caricia de la bruma, el calor de las dunas y la brisa ensalitrada.

Ya lo sintió y lo expresó César Manrique:

«La belleza del entorno causó en mí una fuerte impresión, especialmente los imponentes riscos de Famara, ante los que pasé horas interminables cautivado por su reflejo sobre la arena mojada durante la marea vacía. Bebí de los colores de aquel microcosmos contenido entre el cielo, el mar y los riscos de Famara; curioseé entre la flora y la fauna, y quedé marcado por las texturas de la tierra. Aquellos felices veranos de mi infancia motivaron más tarde mi labor de defensa de la naturaleza».

Contempla, respira, siente y energízate.

Y con las pilas cargadas, recuerda que todos los días sale el sol, todos los días atardece y todos los días podemos disfrutar de momentos maravillosos, no solo cuando estamos de vacaciones. Recuerda que

“El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar lugares exóticos y lejanos paisajes, sino en abrir los ojos, abrir los oídos y abrir el corazón”. (Marcel Proust)