Acabo de regresar de una escapada a la Isla Bonita, y mis expectativas han sido ampliamente superadas. El amor a primera vista que experimenté sin conocerla, se ha convertido en una hermosa amistad 😉 . Ahora si que puedo afirmar que “tengo el corazón partío” entre Lanzarote y La Palma: mis dos joyitas del Atlántico.

Me he animado  a contaros mi experiencia participando en el concurso que han lanzado desde el Patronato de Turismo de la Palma a traves de la web EscuchaLaPalma. Te invito a compartir conmigo este viaje sonoro que comienza con «Mi Ruta Palmera Soñada» , y te transportará allá donde quieras viajar. Allá donde el corazón te lleve, ¿me acompañas?

ESCUCHA LOS RECUERDOS

Cierra los ojos. Respira. Escucha el silencio. Abre tu mente. Relájate y piensa en aquellos sonidos que te  hicieron volver a otros lugares, a otro tiempo, a bellos recuerdos.

La Palma más rural me ha hecho transportarme a mi más tierna infancia. Vuelvo a mis orígenes, a mis raíces andaluzas, al barrio de San Juan en mi querida Alcala la Real. A esos fines de semana de juegos en casa de la abuela, de carreras y risas con la pandilla de la calle. A las eternas tardes sentados en la acera cuando apenas pasaban coches y solo  nos teníamos que apartar para que el rebaño de cabras de Dña. Rosa no nos arrollase de camino al establo. Unos cuantos años han pasado ya, pero no dejo de emocionarme.
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ESCUCHA EL CIELO

Relájate. Cierra los ojos. Busca un sonido. Retenlo en tu memoria. El viento, las nubes, los pájaros, las estrellas, el cielo te habla ¿lo escuchas? Abre los ojos, siente como el paisaje que ves se vuelve aún más impresionante, porque lo escuchas, porque lo sientes, porque a partir de ahora quedará marcado en tu memoria y en tus recuerdos sonoros.
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ESCUCHA EL MAR

Detente. Respira. Escucha la fuerza de las olas,  el rodar de las piedras, tus pasos caminando a mi lado sobre la arena mojada.

Me fascina la inmensidad del mar que nos separa y nos une. Mirar al horizonte  y sentir el calor de la arena negra bajo mis pies, la brisa fresca en mi cara, el olor a sal. Conectar con la inmensidad del océano. Escucha el mar. Recuerda este sonido que hará que nos volvamos  a encontrar  en alguna otra orilla, en alguna otra playa del mundo.
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ESCUCHA LA VIDA

Caminar por sus senderos, seguir el flujo del agua procedente de los Manantiales de Marcos y Corderos. Adentrarme en sus entrañas hacia el bosque de los Tilos. Sentir cómo La Palma me envuelve de luz, de viento, de agua, del trinar de los pájaros, de naturaleza salvaje. Solas tú y yo, mi Isla Bonita, con nuestro viaje interior, con nuestros recuerdos pasados y nuestros deseos futuros.

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ESCUCHA EL AGUA

La Caldera de Taburiente, donde la magnitud de la naturaleza me hace sentir minúscula. La inmensidad de sus formaciones de piedra, imponentes, caprichosas, el fluir del agua,  la naturaleza hecha arte.
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ESCUCHA LA TIERRA

Caminando sobre el picón en la zona de Fuencaliente me ha venido a la mente ese sonido tan familiar de mi querida Lanzarote. Ahora te siento más cerca. Te recordaré con cada paso sobre el picón, cuando escuche el viento entre los volcanes.

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Quiero volver a abrazarte. Volver a conectar contigo, con tu naturaleza pura, viva, vibrante, salvaje. Volver a escucharte cerca. Te quedaste con un cachito de mi corazón.

Ya eres una parte de mi vida : A frame of my life!

Frames of Life from Günther Gheeraert on Vimeo.